Una taza de café
descafeinado con todo el sabor y el aroma del café entero. Este es el
objetivo al que aspira un equipo de científicos japoneses que, tras
siete años de trabajo, ha conseguido cultivar una variedad de la
planta del café baja en cafeína.
Pero habrá que
esperar por lo menos otros cuatro años para que las
plantas den fruto y poder comprobar cómo sabe la infusión.
Los investigadores han reducido hasta un 70% la cantidad de cafeína y
hasta un 80% la de teobromina utilizando una moderna técnica genética
llamada interferencia del ARN. |